Monguito: Reloaded

Booklet: Batalla de las puertas de Tsolenka

Las Doncellas Escuderas

Cuando la gran guerra llego a la tierra, los Ursari, leales a las fatas y con fuertes lazos con Argynvost, construyeron las puertas de Tsolenka para protegerse de invasores y asedios al templo de ámbar. Porque los Ursari que construyeron el templo de ámbar sabían que si la oscuridad se liberaba, el mundo estaría perdido.\\ Los mas valientes de los Ursari eran las guerreras que se conocían como Doncellas Escuderas. Cuando los hombres Ursari se dedicaron al trabajo de la piedra, fueron las mujeres de la villa las que tomaron el rol de guardianes, protectores y soldados. Cuando las puertas de Tsolenka fueron completadas, las Doncellas Escuderas de Bargau fueron asignadas a cuidarlas. Defendieron las puertas durante la gran guerra y las fuerzas del Señor Oscuro fueron repelidas numerosas veces. Algunos creían que las Doncellas escuderas habían recibido el poder de la fortaleza de la Fata de la montaña, ya que a cada amanecer y atardecer las doncellas le rezaban a la fata de la montaña.

La maldición de Bargau

El Señor Oscuro envió a sus fuerzas a destruir la villa de Bargau, obligando a los pobladores a internarse en lo profundo del bosque nevado. Las Doncellas Escuderas en las Puertas de Tsolenka fueron a ayudar a la villa, pero ya era tarde. La villa había sido destruida, incluido el Templo de la Fata. Muchos de los hombres y niños fueron asesinados o esclavizados por las fuerzas invasoras. El Señor Oscuro maldijo a la villa y a los Ursari con la inmortalidad, anclados a la villa y olvidados. Cualquier Ursari que se alejase de las ruinas de Bargau envejecerá rápidamente y morirá. Los pobladores estaban destinados a estar atrapados por siempre en las ruinas, o alejarse y morir. Las Doncellas Escuderas sabían que si regresaban a las puertas de Tsolenka envejecerían y morirían, pero no podían dejarlas sin guardia.

Las mas valientes

Las tropas del Señor Oscuro marcharon hacia las puertas en un esfuerzo final, creyendo que no estarían protegidas, y si las Doncellas Escuderas habían regresado serían fácilmente derrotadas mientras envejecían. Las Doncellas Escuderas junto con el Príncipe Vernon, el hijo de Lord Hapsburg, y muchos caballeros de Argynvost hicieron un último enfrentamiento en las puertas de Tsolenka. Fue la mas sangrienta de las batallas de la gran guerra. Las fuerzas del Señor oscuro superaban en número a las Doncellas Escuderas en una proporción de 100 a 1. Las Doncellas Escuderas y sus aliados soportaron las fuerzas del Señor Oscuro por cuatro días. El príncipe Vernon murió en la batalla defendiendo las puertas y muchos de los guerreros de Argynvost cayeron. La maldición recayó sobre las Doncellas Escuderas y envejecieron protegiendo las puertas. El quinto día el Señor Oscuro envió sus fuerzas hacia las puertas una vez mas, y ésta iba a ser la última. Las Doncellas Escuderas sabían que ya no podrían mantenerlos a raya y pidieron al líder de la villa, un anciano mago, que conjure un hechizo para proteger las puertas con fuego verde. El viejo mago les dijo que le llevaría horas conjurar un hechizo tan poderoso y que necesitaría tiempo y protección. La Doncellas Escuderas marcharon una vez mas hacia las puertas y formaron un muro de escudos frente a las puertas, mientras las fuerzas del Señor Oscuro cayeron en grandes masas contra ellas. Por seis largas horas las Doncellas Escuderas mantuvieron las puertas, dándole al viejo mago tiempo para conjurar el fuego verde que protegería las puertas. Repelieron a las fuerzas atacantes hasta que en la séptima hora, las pocas Doncellas Escuderas que restaban cayeron de rodillas, ya no teniendo fueras suficientes para sostener sus espadas o escudos. Habían entrado ya en sus años dorados y tenían la apariencia de ancianas. Una por una las Doncellas Escuderas cayeron lentamente sobre la nieve, convirtiéndose en huesos y polvo, pero las Puertas de Tsolenka se mantuvieron resguardadas y nunca fueron cruzadas durante las fuerzas del Señor Oscuro a lo largo de toda la gran guerra.

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